miércoles, 14 de julio de 2010

Tratamiento.



Recomendamos llevar a cavo una atención interdisciplinaria, tanto médica como psicológica y educativa, ya que el trastorno (TDAH) en si abarca gran número de áreas a nivel personal: fisiológicas, afectivas, sociales, cognitivas, etc. Por ejemplo: los estudios arrojan que el trastorno es causado por una disfunción orgánica desde este punto ya estamos hablando de la intervención de dos tipos de disciplinas por mencionar algunas: la medicina por medio de fármacos nos ayuda a lograr un control de la persona sobre sus impulsos apoyando la aplicación de la terapia psicológica, y al mismo tiempo resolviendo de alguna manera la parte social y afectiva, así como la pauta a un desarrollo cognitivo más adecuado.

En la actualidad , podemos disponer de tres modalidades para ayudar al al niño: la farmacológica, la psicológica y la educativa.

FARMACOLÓGICA

Según García Pérez y García Campuzano, grupo Alborcohs,1999 el tratamiento que se sigue para estos niños es, en su mejor caso, el uso de los medicamentos.

El principal fármaco que se utiliza es el METILFENIDATO. Esta sustancia química se comercializa con distintos nombres en diferentes países.

Sus efectos inmediatos son un aumento de la capacidad de atención y concentración y una reducción de la hiperactividad y la movilidad del niño, debido a que a través de ese agente externo se estimula al cerebro para que alcance los niveles de activación necesarios para un correcto mantenimiento de la atención (lo que repercute en una mejora de muchos otros síntomas).

Como efectos secundarios se produce en algunos casos una falta de apetito y de sueño.

Sin embargo dichos efectos duran poco tiempo: se elimina por la orina en unas cuantas horas y, es preciso volver a tomar otra pastilla.

Estos medicamentos deberán ser recetados por un médico psiquiatra quien indicara el modo de uso.

PSICOLÓGICA

La vida puede ser difícil para niños con el trastorno de déficit de atención. Ellos son los que a menudo tienen problemas en la escuela, no pueden terminar un juego y pierden amistades. Pueden pasar horas angustiantes cada noche luchando para concentrarse en la tarea y luego olvidarse de llevarla a la escuela, tienen problemas para conseguir amigos puesto que su comportamiento los aísla, los padres suelen tener problemas con ellos por que regularmente los consideran, caprichudos, mal portados, rebeldes, es decir las cualidades negativas atribuidas se toman como una conducta que se puede resolver a golpes, gritos o maltrato de todo tipo, desgraciadamente en el país de México la cultura en estas cuestiones es muy deficiente. Por lo cual se recomienda consultar a un especialista, psicólogo o psiquiatra, para recibir las indicaciones adecuadas, sobre el trato con personas hiperactivas.

Algunas intervenciones psicológicas que nos facilitan el tratamiento en estos niños:

La terapia cognitiva-conductista ayuda a personas a trabajar asuntos más inmediatos. En vez de ayudar a personas a entender sus sentimientos y acciones, la terapia los apoya directamente en cuanto a cambiar su comportamiento. El apoyo puede ser asistencia práctica, tal como ayudar a aprender a pensar cada tarea y organizar su trabajo o fomentar nuevos comportamientos dando elogios o premios cada vez que la persona actúa de la forma deseada. Un terapeuta cognitivo-conductista puede usar tales técnicas para ayudar a un niño beligerante ( aprender a controlar su tendencia a pelear) o a una adolescente impulsiva a pensar antes de hablar.

El adiestramiento en cuanto a destrezas sociales también puede ayudar a niños a aprender nuevos comportamientos. En el adiestramiento de destrezas sociales, el terapeuta habla de y muestra comportamientos apropiados tales como esperar el turno, compartir juguetes, pedir ayuda o responder a burlas, y luego le da la oportunidad al niño de practicar. Por ejemplo, un niño puede aprender a "leer" las expresiones faciales y el tono de voz de otras personas para poder responder más apropiadamente. El adiestramiento de destrezas sociales ayuda a aprender a participar en actividades de grupo, a hacer comentarios apropiados y a pedir ayuda. Un niño puede aprender a ver cómo su comportamiento afecta a otros y a desarrollar nuevas maneras de responder cuando está enojado o lo empujan.

Los grupos de apoyo conectan personas con inquietudes en común. Muchos adultos y padres de niños afectados pueden encontrar que es útil unirse a un grupo local o nacional de apoyo de este trastorno. Los miembros de los grupos de apoyo comparten frustraciones y éxitos, recomendaciones de especialistas calificados, información acerca de qué funciona, así como esperanzas en sí mismos y en sus hijos. El compartir experiencias con otros que tienen problemas similares ayuda a personas a saber que no están solas.

El adiestramiento en destrezas en cuanto al cuidado de hijos, ofrecido por terapeutas o en clases especiales, les da a los padres las herramientas y técnicas para manejar el comportamiento del hijo. Una de estas técnicas es separar el niño del resto por un corto tiempo cuando el niño se vuelve ingobernable o fuera de control. Durante los tiempos en que esta separado del resto de los ninos, se saca el niño de la situación inquietante y se sienta solo y quieto por un rato hasta calmarse. También se les puede enseñar a los padres a darle "tiempo de calidad" al niño cada día durante el cual comparten una actividad placentera o relajada. Durante este tiempo juntos, el padre busca oportunidades para observar y señalar lo que el niño hace bien y para elogiar sus fuerzas y habilidades.

EDUCATIVA:

Una manera efectiva de modificar el comportamiento de un niño es a través dela ayuda educativa regida por premios, castigos, economía de fichas y contrato de contingencias.

Par un niño un premio es algo agradable que desea alcanzar, de tal modo que hará lo que sea por coseguirlo.

Las actividades que más le gustan al niño y que habitualmente suele realizar, como pueden ser jugarcon sus jugetes, ver la televisión o ir al cine con sus primos pueden entenderse y emplearse como un premio.

En definitiva debe ser algo que el niño quiere y que tiene ganas de conseguir. Así pues el niño recibirá un premio cada vez que cumpla con la tarea deseada.

Los castigos implican privar al niño de algo que le agrada o forzarle a hacer algo desagradable. Puede resultar eficaz a veces, pero no siempre elimina las conductas inapropiadas en el niño hiperactivo.

El castigo puede ser útil para controlar ciertas conductas temporales, pero a largo plazo carece de eficacia.

Si la conducta es indeseable el castigo más eficaz es ignorarla siempre y cuando la conducta no sea peligrosa.

Lo más aconsejable es que el tiempo transcurrido entre la conducta y el premio o castigo sea breve para asegurar su eficacia.

Esta técnica consiste en dar puntos negativos o positivos en función de si se cumple o no cierta conducta.

Cada punto negativo elimina el valor del punto positivo. El número total de puntos se canjea por distintos premios.

La lista con las conductas "objetivo" tienen que estar al vista del niño, así como los puntos conseguidos.

Se recomienda utilizar con niños de 3 a12 años.

Contingencias: esta técnica se recomienda utilizar con niños de 12 ó 13 años.

Consiste en hacer un contrato por escrito con el niño acerca de su comportamiento. Cada uno tiene que dejar constancia en términos específicos de la conducta que desea en el otro.

Auí se establece un diálogo y un acuerdo entre padres e hijos. Por lo tanto el niño juega un papel importante en el control de su conducta.

1 comentario:

  1. Esta información me parece muy buena ya que sirve de orientación tanto a padres como a psicologos y/o estudiantes de psicología incluso hasta los maestros, ya que es fundamental conocer los diversas formas en que se puede tratar a un niño hiperactivo, además desde mi punto de vista la medicación complmentada con terapia es la manera más idónea de trabajar.

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